Chacha
Warmi: Símbolo de Construcción del Suma
Qamaña
“…Elevar
el bienestar y la situación económica de las mujeres mejorando la contribución
y participación de las mismas en todas las etapas del proceso de desarrollo”. (Aranda,
P., 2014, Syllabus Análisis de Género, Pág. 2) integrado.
Esta
parece ser la premisa central en cuanto a las temáticas de género y de su desarrollo en busca de mejores
condiciones de vida, económicas, de trabajo, de oportunidades, de seguridad
social, etc., que se busca en las últimas décadas, después de haber transitado
por caminos difíciles en el posicionamiento de lo que es la equidad de género,
con sociedades que ignoraban la temática y que miraban pasivamente los abusos
que se cometían, asimismo parece ser la mejor fórmula de mejorar en su conjunto
las realidades de las sociedades, una mayor participación de las mujeres en
ámbitos labores equilibrados parece ser el camino hacia la construcción de
sociedades modernas con principios de equidad y valoración de la diferencia,
mejores oportunidades para ellas, mejores condiciones laborales y sobretodo una
visibilización de este trabajo a través de los Medios de Comunicación y de las
oportunidades que brindan las TIC´s para la socialización de la información y
la capacitación.
“…Nos
encontramos en un momento político, económico y social de gran oportunidad para
la operativización efectiva de la igualdad en las organizaciones y sus
actuaciones. Un momento propicio dado el impulso y la centralida que este
asunto ha tomado en las agendas políticas a todos los niveles y también por la
necesidad imperiosa de nuestros países de insertar más personas al mercado
laboral, donde las mujeres representan el principal contingente potencialmente
incorporable…” (Red Kideitu, 2007, Guía
para la incorporación del enfoque de Género en los proyectos de empleo y
formación, Pág. 27). Es por esto que la participación de las mujeres en las
etapas de diseño, planificación, ejecución y evaluación, porque son un grupo
determinante y fundamental en cualquier proyecto que se quiera emprender, de
ellas dependerá el éxito o fracaso de estos proyectos, es por esto que los
paradigmas de sociedades machistas deben dar lugar en las sociedades a ”…Operar
bajo una óptica de género que supone un proceso complejo basado en el
aprendizaje de nuevas formar de ‘pensar’ para, a partir de ahí, ‘hacer
aplicable’ lo aprendido a cada contexto e intervención concreta…”, (Red Kideitu, 2007, Guía para la incorporación del enfoque
de Género en los proyectos de empleo y formación, Pág. 27), que tiene como
finalidad y propósito la participación cada vez mayor de las mujeres en todos
los espacios de la sociedad, en busca de la construcción organizada y mejorada
de la misma.
Para lograr este fin se deben generar “…políticas,
programas o proyectos en relación al género. Es decir, en qué medida
determinadas acciones, normas, procedimientos en el diseño, ejecución y
evaluación de programas y proyectos, tienen impactos diferenciados por Género”.
(Dirección
de Planificación e Inversión, 2011, Metodología de Transversalización, Pág.4).
Las
políticas, programas, proyectos deben tomar en cuenta muchas circunstancia para
incluir temáticas de género dentro de sus planteamientos “…En el contexto de un proyecto, la inclusión de las cuestiones de
género habitualmente implica señalar problemas de igualdad mediante datos
desagregados según el sexo, preparar estrategias y políticas para solucionar
esos problemas, dedicar recursos y capacidad técnica a poner en práctica dichas
estrategias, realizar el seguimiento de los resultados, y responsabilizar a las
personas y las instituciones que correspondan de la obtención de efectos
directos que promuevan la igualdad de género…”, (GEF., 2009, Incorporación cuestiones de género, (Pág. 5)
En
Bolivia en particular, este proceso ha sido lento pero paulatino, desde 1952 en
que se reconoce en el país el derecho universal al voto dando un gran paso para
el reconocimiento de los derechos de las mujeres y sumándolas activamente en el
proceso democrático que nacía en ese momento, todavía hoy en día se trabaja en
la inserción de las mujeres en los espacios políticos y de tomadores/as de
decisión para poder generar políticas de desarrollo que incluyan la equidad de
género como base fundamental de planes, programas y proyectos que vayan a
ejecutarse con el fin de mejorar el desarrollo nacional.
“…La
Constitución política del Estado aprobada en enero de 2010 establece un nuevo
marco para la participación política de las mujeres. La cuota del 30% que
existía ha sido superada por el concepto de la pariedad y la alternancia
generando un nuevo espacio de análisis del poder desde la perspectiva de
género. Hoy, nadie puede negar que
incluir la visión de las mujeres en el escenario político y garantizar su
participación, son condiciones sin las cuales no se puede desarrollar una
verdadera democracia…” (Novillo, Mónica 2011,
Paso a paso Así lo hicimos, Pág. 7).
Esta democracia que pretende cambiar situaciones y
realidades que fueron y todavía son nefastas en el pasado de la historia de nuestro
Estado y nefastas en las condiciones de vida de las mujeres, ya que en la
mayoría de los casos han estado relegadas a un papel de “amas de casa” o con
trabajos que eran muy desventajosos en cuanto a la remuneración económica o que
no contaban con seguro social, en especial en el trabajo doméstico remunerado “…Alrededor del 9% del total de las mujeres en el mercado de
trabajo en el área urbana en Bolivia están insertas en actividades domésticas
remuneradas. 55% de de las mujeres ocupadas como trabajadoras del hogar
remuneradas son migrantes del campo y de ascendencia indígena. Las leyes
laborales consignan para el sector menos derechos que el resto de los
trabajadores asalariados. Estas trabajadoras no cuentan con beneficios sociales
y reciben remuneraciones muy bajas. (Wanderley,
F., 2008, Género y desafíos post neoliberales, Pág. 158).
Por estas razones el objetivo de las sociedades ahora debe estar
enfocado y concentrado a posibilitar el incremento de la cantidad y calidad del empleo
y mejoras sostenibles de sus vidas y de sus familias. Estas mejoras en cuanto a
calidad y cantidad de trabajo deben ser visibilizadas e informadas, a través de
los Medios de Comunicación y de las Nuevas Tecnologías de la información, se debe
“…empoderar a
las mujeres en los medios de comunicación
y a través de ellos, aumentando la libertad de información y promoviendo
la seguridad…”, sólo de esta manera se superarán los
desequilibrios de género, se promoverá el desarrollo sostenible y se reducirá la
pobreza. (UNESCO, 2014, Plan de acción
de la UNESCO para la prioridad igualdad de género (2014 – 2021).
Este proceso debe ser encarado de manera responsable, asumiendo
cada uno de los actores el rol que le corresponde en este proceso y coordinando
esfuerzos para facilitar el mismo“…Esta construcción coordinada de la
concepción de equidad de género que engloba a todas las instancias del
desarrollo se propone para la construcción de un nuevo modelo de bienestar social
que no desiguale al recargar la protección social sobre esferas como la
familia, la comunidad y el mercado y, sobre algunos grupos sociales como las
mujeres. Proceso que implica su estrecha coordinación con la construcción de un
nuevo modelo de desarrollo económico que articule crecimiento sostenible de la
riqueza, distribución equitativa de recursos y oportunidades y respeto por la
diversidad cultural…” (Wanderley,
F., 2008, Género y desafíos post neoliberales, Pág. 166).
Se debe priorizar el desarrollo pero en términos de equidad, en
términos de igualdad, ese es el reto que debe ser asumido por el Estado y por
nuestras sociedades en este marco nuevo del reto de conjugar la equidad de
género con el progreso y desarrollo, en busca del SUMA QAMAÑA “...como una
respuesta y alternativa a la actual crisis ambiental, económica y civilizatoria
que vive el mundo…”. (Ibernagaray, J., 2012,
Mujeres en diálogo despatriarcalización, Pág. 68)
.
Pero sobre todas las cosas tanto mujeres como
hombres debemos entender que el cambio de un nuevo paradigma a otro es posible,
es factible desde todo punto de vista, pero también debemos ser conscientes de
que este cambio de paradigma ha sido y será todavía a mediano o largo plazo, es
un proceso de reconstrucción constante de las sociedades de reconocimiento y
valoración de los errores que se presentarán en el camino, pero de constante
crecimiento de constante autocrítica “…La igualdad de género no implica que
vayan a desaparecer las diferencias entre hombres y mujeres, sino que hace
referencia a un tratamiento equitativo para ambos grupos en las leyes y las
políticas, e igual acceso a los recursos y los servicios para las familias, las
comunidades y la sociedad en general. Para alcanzar este objetivo, a menudo se
requiere un enfoque doble para la incorporación de las cuestiones de género:
1)
Analizar y abordar
sistemáticamente en todas las iniciativas las necesidades específicas de la
mujer y el hombre.
2)
Realizar
intervenciones específicas que permitan a las mujeres y los hombres participar
en actividades de desarrollo y beneficiarse de ellas equitativamente…” (GEF., 2009, Incorporación
cuestiones de género, Pág. 5)
Finalmente se debe recalcar que “…La igualdad de
género no compete sólo a las mujeres; de hecho, intenta adaptar las actividades
para que los beneficiarios del proyecto sean personas de ambos sexos. La
igualdad de género ofrece ventajas tanto a hombres como a mujeres, y no se
puede lograr sin la total participación de ambos grupos…” (GEF., 2009, Incorporación cuestiones de género, Pág. 5) el trabajo conjunto de ambos géneros, llevando a la
práctica finalmente la cosmovisión
andina, el Chacha Warmi, ejerciendo la complementariedad de la mujer y el
hombre y construir juntos el proyecto del Suma Qamaña.
Bibliografía
Aranda,
P., 2014, Syllabus Análisis de Género, Pág. 2
Dirección de Planificación e
Inversión, 2011, Metodología de Transversalización, Pág.4
GEF., 2009, Incorporación cuestiones
de género, Pág. 5
Ibernagaray, J.,2012,
Mujeres en diálogo despatriarcalización, Pág. 68
Novillo,
Mónica 2011, Paso a paso Así lo hicimos, Pág. 7).
Plan de acción de la
UNESCO para la prioridad igualdad de género (2014 – 2021).
Red Kideitu, Pág. 27, 2007, Guía para
la incorporación del enfoque de Género en los proyectos de empleo y
formación, Edita:
Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la
Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.
(Wanderley,
F., 2008, Género y desafíos post neoliberales, Pág. 158, 166).
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